Les damos la bienvenida a nuestra Fundación Infectológica para la Niñez y la Adolescencia.

F.I.N.A. nació hace más de treinta años, en momentos en que la pandemia de S.I.D.A. diezmaba a la población. Por aquel entonces, el diagnóstico de dicha retrovirosis era de una complejidad difícil de enfrentar.

A la sazón, se crearon a fin de revertir tal tendencia, pero se abocaron a los estratos poblacionales más pudientes, y a los más sencillos sobre los cuales trabajar. Eso no los hace menos importantes, pero dejaba afuera a los más vulnerables: los niños afectados y los huérfanos del S.I.D.A.

En efecto, la transmisión vertical (madre enferma a neonato) era realmente una sentencia de muerte para este último, y los pocos que nacían sanos estaban condenados a una muerte social.
Asimismo, se hacía evidente que enfrentar los problemas infectológicos de las poblaciones más jóvenes no tenía chances de éxito, si no se atacaban simultáneamente los epifenómenos que rondaban a su alrededor; la pobreza, el hacinamiento, la promiscuidad, la falta de agua potable, la inaccesibilidad cultural, geográfica y económica a los centros asistenciales, etc.
En ese contexto, con escasos recursos pero con férrea voluntad de servicio, nacía F.I.N.A.

El S.I.D.A. se ha vuelto endémico. Paralelamente, han surgido terapéuticas eficaces para tratarlo. Pero –en el interín- han surgido nuevos desafíos; nuevas entidades nosológicas a las cuales es menester enfrentar sin dilaciones y con valentía. Y tampoco han desaparecido los cofactores y oportunismos que antes se mencionaron, y que confabulan en contra de la salud de la población. Por el contrario, ellos se han incrementado geométricamente en número. Eso hace indispensable que F.I.N.A. continúe con su incesante labor.

Para ello debe contar con aportes económicos para la prosecución de su obra y de otras investigaciones, que con las lecturas de las siguientes páginas podrán comprenderse fácilmente.

Bienvenidos a F.I.N.A. Ayúdennos a ayudar.